Siempre está bien hablar mucho de Thunderdome, probablemente la marca más vanagloriada de la escena jarkoriana (también me asegura alguna que otra visita al blog «accidental»). Es una buena noticia para todos nosotros que una marca como Thunderdome haya regresado al terreno de la edición musical. Y es que en estos últimos años Thunderdome, había sido considerada por muchos como simplemente una marca de ropa, traicionando los principios que le llevaron a ser una de las marcas más reputadas dentro del mundo del Hardcore: el montaje de fiestas y la edición de recopilatorios.
Siendo justos, en este año de pandemia, Thunderdome había prometido a sus acólitos organizar un festival en el RAI de Ámsterdam por todo lo alto. Un evento capaz de albergar a 45.000 personas como fue el último y juntando a la crème de la crème de la escena. Desgraciadamente como os imagináis, dicho evento no pudo tener lugar «gracias» a las restricciones que muchos países sufren y que se han cebado en especial con el país de los tulipanes. Ojo, un evento vendido al completo pocas horas después de su anuncio.
Con motivo de dicho festival, los chicos de ID&T Thunderdome decidieron también recopilar y dar testimonio de la música actual qué más se escucha de los artistas más punteros acompañado de una tirada de merchandising qué como viene siendo habitual, ha sido objeto de deseo de los coleccionistas de la marca del brujo. Resulta asombroso ver cómo los pedidos de objetos de toda índole relacionados con esta marca se publican en las redes sociales sin ningún tipo de pudor, y no hablamos de pedidos pequeños, hablamos de pedidos que pueden incluso llegar a los centenares de euros, alimentando el deseo y la especulación hasta un punto en mi opinión enfermizos.
Y es que a pesar de que me resisto a opinar muy fuertemente sobre el coleccionismo de expositor, me sigue resultando fascinante el mundo completista en el que se ha convertido la adquisición de todo lo que Thunderdome ofrece, sea bonito, sea feo, sea horroroso o sea irrelevante, incluso aunque sea algo que ya no representa a lo que en su día fue esa marca. El montaje de la web, con colas virtuales, para satisfacer la altísima demanda de estos objetos es digno de admirar, ítems que en muchos casos se agotaron en las primeras horas y que ya se pueden encontrar a precios desorbitados en los habituales mercados de segunda mano (bueno, se venden nuevos, tal cual se compraron), mientras muchos aficionados se han quedado con las ganas. La especulación es algo a lo que debemos ya acostumbrarnos (más que habitual por ejemplo en vinilos) y que resulta difícil de evitar (aunque creo que algo más se podría hacer).
Dejo a vuestra elección ese corte del recopilatorio que más os guste. He de reconocer que algunos de mis tracks favoritos de este año están incluidos en el recopilatorio, un año por otra parte que no ha sido especialmente productivo en cuanto a música se refiere, probablemente motivado por la falta de festivales ya que muchos de los artistas habituales en recopilatorios como Thunderdome o Masters of hardcore, entre otros, son los que suelen copar a su vez los mejores y más multitudinarios festivales europeos. El pez que se muerde la cola.
Además este año nos trae también un himno para este recopilatorio y el que iba a ser el festival. Un himno que ha producido ni más ni menos que uno de los productores más idolatrados por el círculo más comercial, paradójicamente uno de los productores que los aficionados al circuito más underground tenían – y lo digo en pasado – más en alta estima como es el señor N-Vitral. A pesar de que el himno es un prodigio en sound design, y de evocar tiempos pretéritos con algunos de sus sonidos, enseña lo que hoy se produce en la escena más comercial. Y es que no nos olvidemos que Thunderdome es probablemente la marca más comercial, que más vende y que más publicita la escena hardcore, con todo lo que eso significa de bueno y de malo.
El recopilatorio en líneas generales no engaña a nadie, hace un recorrido por lo que puedes esperar del terreno más comercial del Hardcore, con alguna pincelada y guiños al circuito más industrial e incluso más Terror. El Uptempo y el Frenchcore no hacen una aparición muy relevante, aunque bien es cierto que el Hardcore en general ha subido de bpms últimamente y esos ¿géneros? ya los veo algo en declive… percepción personalísima. Como nota curiosa, comprime 24 temas en cada CD, lo que para asomarse a ciertos temas está bien, pero impide el disfrute y la evolución de algunos de ellos(maldita manía de los Radio Edits) llegando incluso al ridículo de meter apenas dos minutos de algunos de ellos. Ganas de contentar a todo el mundo, imagino. Como dato curioso, cierran ambos CDs dos veteranos del sonido más rápido holandés, como son Drokz y Akira.
Y tú, ¿Qué opinas del nuevo CD Thunderdome? ¿Has comprado el recopilata? ¿Y merchandising? … yo si…